Coordinadora: Gladys Reyes
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«Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él». Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.
[Marcos 10, 14-16]
Algunos creen que ser monaguillo es sólo un camino para ser sacerdote, pero no siempre es así. Es un oficio importante, que consiste en la participación desde la cercanía y en la ayuda a las celebraciones y a todos los importantes oficios que ejercen los sacerdotes, a los que los monaguillos ayudan. De este modo cumplen los monaguillos con el deseo y el mandamiento del Señor cuando dice "Dejad que los niños se acerquen a mí".
Ser monaguillo ya es de por sí un honor, un servicio a Dios, a los sacerdotes y a la comunidad.
Funciones y responsabilidades de los monaguillos:
El ser monaguillo es voluntario, los niños deben haber recibido su primera comunión y tener el deseo y la alegría de aprender y servir a Dios. A la misma vez los padres deben comprometerse a llevarlos por lo menos una vez por semana a que participen de la celebración de la Santa Misa no solamente cuando les toque servir.
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